Cayó junto al fuego
y creyó que el calor del sol
la arropaba.
Bebió lluvia ácida
y sació su sed acuciante.
Creció entre espinas
siempre por ellas protegida.
Divisó un cometa
y pidió satisfacer un deseo.
Circuló por el mundo
e inundó la tierra de sal.
Pasó junto a mí,
e hirió mi frágil pensamiento.