Partiste,
cuando la luz
dejó de alumbrar
cada rincón de tu alma.
En paz,
dejaste todo aquello
que conmovió
tu existencia.
Como la lluvia,
que dio vida
a tus entrañas,
diste amor
a mi vida.
Caída,
del recuerdo
que aviva
la simiente de la flor
en un vacío.
En primavera,
el color de tu luz
quedó en mí
como la brisa
que enriquece mis sentidos.